Good Bye Lenin.
La película del autor Kathrin Sass Es una verdadera muestra de cómo poder eliminar la realidad.
Eliminar la Realidad desde la perspectiva de crear una nueva, lo que nos gustaría. El ejemplo que nos entrega la película. Incluso se puede interpretar como una muestra de amor de un hijo para su madre. Donde el primero pone todos los esfuerzos para que su Madre viva en la realidad que poseía antes de caer en coma. Es triste pensar que las cosas son como uno quisiera, que de todas formas y a pesar de todos los esfuerzos no se pudo lograr, por que se nos fue de las manos… no sé, o quizás eso ellos piensa. Quien puede asegurar que esta es la realidad, que detrás de mi siguen existiendo los mismos objetos que visualice hace un minuto, que detrás de esa puerta existe la misma calle, en fin que la vida existe.
El largometraje nos presenta ese acto, el de hacer creer que nada ha cambiado, que todo va incluso mejor, que nuestra patria se fortalece, que nuestra gente posee su conciencia de clase, y que ellos no tienen escapatoria. El Socialismo es un hecho.
Yo me imagino que las personas que vieron por sus televisores en nuestro país a el palacio de la moneda en llamas y que tenían sus convicciones claras con respecto a un mundo diferente, habrán querido que solo se tratara de una escalofriante película, o aquellos que sufrieron los allanamientos en sus hogares habrán sentido que todo era una estúpida pesadilla, pero No, era el fascismo en persona.
La película nos puede dejar como enseñanza que en “realidad” no se debe tener miedo a la “realidad”, sino al contrario debemos combatirla, asumirla para cambiarla, que de todas formas, desde las más diversas, la verdad, se descubrirá.
En síntesis, nos presenta un estado poco habitual, con una presentación bastante acertada con respecto a los hechos históricos, nos entrega un conflicto crucial, una estrategia ha seguir, y a una madre que vive su propio y anhelado mundo.
Eliminar la Realidad desde la perspectiva de crear una nueva, lo que nos gustaría. El ejemplo que nos entrega la película. Incluso se puede interpretar como una muestra de amor de un hijo para su madre. Donde el primero pone todos los esfuerzos para que su Madre viva en la realidad que poseía antes de caer en coma. Es triste pensar que las cosas son como uno quisiera, que de todas formas y a pesar de todos los esfuerzos no se pudo lograr, por que se nos fue de las manos… no sé, o quizás eso ellos piensa. Quien puede asegurar que esta es la realidad, que detrás de mi siguen existiendo los mismos objetos que visualice hace un minuto, que detrás de esa puerta existe la misma calle, en fin que la vida existe.
El largometraje nos presenta ese acto, el de hacer creer que nada ha cambiado, que todo va incluso mejor, que nuestra patria se fortalece, que nuestra gente posee su conciencia de clase, y que ellos no tienen escapatoria. El Socialismo es un hecho.
Yo me imagino que las personas que vieron por sus televisores en nuestro país a el palacio de la moneda en llamas y que tenían sus convicciones claras con respecto a un mundo diferente, habrán querido que solo se tratara de una escalofriante película, o aquellos que sufrieron los allanamientos en sus hogares habrán sentido que todo era una estúpida pesadilla, pero No, era el fascismo en persona.
La película nos puede dejar como enseñanza que en “realidad” no se debe tener miedo a la “realidad”, sino al contrario debemos combatirla, asumirla para cambiarla, que de todas formas, desde las más diversas, la verdad, se descubrirá.
En síntesis, nos presenta un estado poco habitual, con una presentación bastante acertada con respecto a los hechos históricos, nos entrega un conflicto crucial, una estrategia ha seguir, y a una madre que vive su propio y anhelado mundo.